miércoles, junio 13, 2007

Vicios mentales

Después de algún tiempo de querer entender ciertos comportamientos, gracias a la "máquinita" investigativa (diría Juglar), me enteré de algunos vicios mentales que podriamos haber adquirido por herencia, ignorancia, decisión o por lo que fuera.

Alguna vez me pregunté si padecía alguna especie de hipocondría psicológica. Y luego de pensarlo un poco, creo que no. A veces, cuando las cosas se salen del caudal, trata uno de hacerlas encajar en algo, a veces, a la fuerza.

Acabo de descubrir que existe el término Procrastinación para denotar un vicio a dejar las cosas para despues (todas las cosas! y siempre para despues!) Al leer este artículo al respecto, me quedé sorprendido de lo dañino que puede llegar a ser. No es para ponerse paranoico, pero igual que el tabaco o el alcohol, si el vicio empieza a dañar (a uno y a los que lo rodea) es de buscar ayuda (¡profesional!) y resolverlo lo antes posible.

Investigando mas al respecto (wikipeando), encontré que existía una relación entre el perfeccionismo, la depresión y la procrastinación|. De tanto leer ya no sabría decir que cosa induce a que otra: por procrastinar se puede caer en depresión, o por estar deprimido uno empieza a procrastinar o por perfeccionista se procrastina y se cae en depresión o... las combinaciones que quieran hacer!

Hay que poner atención, por ahi se nos va la vida en un eterno invierno.

domingo, junio 03, 2007

Piquete de abeja

Quizá por vivir rodeado de literatos, nunca me dí mucho a la literatura, pero... de vez en cuando caen buenas joyas en las manos.

Este poema de José Angel Buesa se me hace algo así cómo el dolor que siente el aguijón cuando se separa de la abeja que lo poseía. Mueren los dos, no queda nada, los dos sufren y queda un vacío. Y el aguijón se queda prendido en algún lado... y la abeja sigue, sin darse cuenta que solo va a esperar a que se acabe su existencia. Y la abeja lo hace por protegerse, ingenua que está causando su propia muerte. Y el aguijón, cumple con su misión, defiende a la abeja, y a la vez la mata. Y los dos sufren igual y se extinguen igual...

Aquí el poéma:

SE DEJA DE QUERER

Se deja de querer...
y no se sabe por qué se deja de querer;
es como abrir la mano y encontrarla vacía
y no saber de pronto qué cosa se nos fue.

Se deja de querer...
y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed,
como andar en otoño sobre las hojas secas
y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer...
Y es como el ciego que aún dice adiós llorando
después que pasó el tren,
o como quien despierta recordando un camino
pero ya sólo sabe que regresó por él.

Se deja de querer...
como quien deja de andar una calle sin razón, sin saber,
y es hallar un diamante brillando en el rocío
y que ya al recogerlo se evapore también.

Se deja de querer...
y es como un viaje detenido en las sombras
sin seguir ni volver,
y es cortar una rosa para adornar la mesa
y que el viento deshoje la rosa en el mantel.

Se deja de querer...
y es como un niño que ve cómo naufragan sus barcos de papel,
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

Se deja de querer...
y es como un libro que aún abierto hoja a hoja quedó a medio leer,
y es como la sortija que se quitó del dedo
y solo así supimos... que se marcó en la piel.

Se deja de querer...
y no se sabe por qué se deja de querer.